La Yemoterapia como parte de la Fitoterapia

La Yemoterapia forma parte de la Fitoterapia. Fue inicialmente llamada fito-embrioterapia por su fundador el Dr. belga Pol Henry (1918-1988).
Se basa en el uso de extractos preparados con tejidos vegetales jóvenes en crecimiento, por ejemplo yemas y brotes.

Las yemas y brotes jóvenes (o en algunos casos semillas, raíces o botones florales) provienen de árboles, arbustos y otras plantas: sequoia, pinos, castaño, abedul, higuera, morera, grosellero negro (casis), arándano rojo, vid, romero, mirtilo, etc.

Se considera que el tejido vegetal joven en fase de crecimiento es portador del conjunto de la información vehiculada por la planta. Es al inicio de la primavera cuando las yemas y los brotes concentran el “principio terapéutico” de la especie vegetal.

El fundador de la yemoterapia declaró que los tejidos en crecimiento son portadores del principio de rejuvenecimiento. Por lo tanto uno de los efectos de la yemoterapia es la revitalización de los órganos debilitados, esclerosados o envejecidos.
Las yemas y brotes jóvenes concentran valiosos nutrientes y principios activos como:

  • flavonoides
  • alcaloides
  • esencias
  • sales minerales
  • Vitaminas
  • Fitohormonas
  • Hormonas de crecimiento
  • ... y mucha energía vital

Usos de la Yemoterapia.

La Yemoterapia es de gran utilidad para tratar diferentes problemáticas de salud con la gran ventaja de no presentar ningún tipo de toxicidad y de ser apta para casi todo tipo de público (existen muy pocas contraindicaciones), y siendo especialmente interesante para:

  • Drenar y detoxificar el organismo.
  • Tratar enfermedades crónicas.
  • Tratar numerosos trastornos de salud: cardiovasculares, nerviosos, hormonales, problemas articulares, estrés, insomnio, etc.

Las yemas y brotes jóvenes se recolectan en primavera y se maceran en una mezcla de agua, alcohol y glicerina (o sirope de agave o miel) durante 2 meses..
Se usa el macerado concentrado puro o la dilución 1D (1/10). El Dr. Pol Henry solía recomendar el uso de la dilución 1D.

Aplicación en Cosmética Natural.

Los extractos de yemas y brotes jóvenes han despertado el interés de numerosos laboratorios de cosmética en búsqueda de activos rejuvenecedores donde llevan investigando sus beneficios desde los años 80.
Algunos extractos de yemas ya se utilizan en productos cosméticos, por ejemplo el extracto de yemas de haya, el de grosellero negro (también conocido como casis), el de tilo, el de romero o el arándano rojo.

Sin duda son unos extractos muy interesantes para revitalizar, prevenir la deshidratación, prevenir la aparición de arrugas, regenerar y rejuvenecer pieles maduras, calmar inflamaciones...

La selección la realiza Antonia Jover, quien trabaja directamente con la fuente de estos maravillosos extractos y se asegura de su calidad e idoneidad antes de publicarlos en nuestra web.Toda la información publicada es en base a su experiencia y buen hacer.